Las semillas de cannabis se han ganado una reputación como una supercomida gracias a sus propiedades nutricionales, que son muchas, desde una gran cantidad y variedad de vitaminas y minerales hasta cantidades importantes de otros nutrientes esenciales, como el Omega 3. Puedes averiguar más sobre las semillas de cannabis aquí.
En este artículo vamos a hablar de los beneficios que aportan a nuestra salud las semillas de cannabis.
1. Aportan Omega 3
El Omega 3 es un tipo de ácido graso. Existen más Omegas: El Omega 6, Omega 9, y así sucesivamente, hasta once tipos diferentes de estos ácidos grasos. Pero es el Omega 3 el más escaso en nuestra dieta, siendo encontrado más que nada en el aceite de pescado… O por lo menos eso es la noción más común.
La verdad es que el Omega 3 también se encuentra, y en mayor concentración, en algunas semillas. Unas de estas semillas son las semillas de cannabis que, después de las semillas de chía, son las que tienen una mayor concentración de este nutriente esencial.
Además, la cantidad de Omega 3 en estas semillas es la cantidad ideal: Según estudios llevados a cabo sobre los beneficios de este nutriente, se ha descubierto que para aprovechar los beneficios del Omega 3 al máximo ha de ser consumido con tres veces la cantidad de Omega 6. Lo que quiere decir que por cada 3 gramos de Omega 6, deberíamos consumir un gramos de Omega 3. Esa cantidad se encuentra naturalmente en las semillas de cannabis. Una casualidad afortunada y, francamente, exquisita.
2. Fibra soluble e insoluble
Existen dos tipos distintos de fibra alimentaria: La primera -que es además la más común- es la fibra soluble. Esta fibra nos ayuda a digerir mejor la comida, y además provee a la comida de una cualidad elástica, absorbiendo agua, y facilitando así el movimiento de los restos de comida a través de los intestinos. La falta de fibra soluble es una de las causas más comunes de estreñimiento y hemorroides y suele ser la recomendación más dicha en los consultorios médicos: “Más fibra en su dieta”, dicen doctores y nutricionistas. Y tienen razón.
Luego encontramos la fibra insoluble. Insoluble no se usa de manera dramática ni absoluta, sino para indicar que es un tipo de fibra bastante más difícil de digerir. Esta fibra tarda en disolverse, y puede pasar hasta dos horas en nuestro estómago. Al ser afectada por nuestro ácido gástrico, la fibra insoluble se va convirtiendo en una especial de gel incoloro, adhiriéndose a nuestras paredes estomacales y liberando glucosa de manera gradual directamente a nuestra sangre.
Esta liberación gradual de azúcar es una de las razones por las que la fibra insoluble es una de las mejores maneras de prevenir la diabetes, a parte de otras enfermedades cardiovasculares. Además, al permanecer por períodos extendidos en nuestro estómago, funciona de sustento para las bacterias que ahí habitan y que ayudan a la buena digestión.
3. Proteína completa
La proteína siempre, en especial cuando se trata de vegetales, es un tema delicado. En este caso, no hay nada malo que se pueda decir sobre la proteína que encontramos en las semillas de cannabis: Estas contienen mucha proteína, casi un tercio de su valor en calorías. Por cada 35 gramos de semillas de cannabis, consumimos 10 gramos de proteína: Nada mal para ser semillas.
Además, la proteína de las semillas de cannabis es una proteína “completa”, es decir, que contiene los nueve aminoácidos esenciales. Esto significa que no tiene absolutamente nada que envidiarle a la proteína animal y que, en efecto, es una de las mejores proteínas que el mundo vegetal tiene para ofrecernos, mejor incluso que la proteína de la soja.
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